Un acercamiento al ADN de los pueblos originarios a través de piojos recolectados por Darwin

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El Museo del Fin del Mundo recibió la visita de la Dra. M. Alejandra Perotti, científica, especialista en Acarología Forense, quien puso a disposición de la institución material gráfico de difusión sobre su actual investigación: “Desentrañando la temprana migración humana en el sur de Sudamérica utilizando los piojos fueguinos de Darwin”. En ella, Perotti intenta reconstruir el camino de ingreso de los primeros humanos que llegaron a América y luego se diseminaron a pie por el territorio —en un proceso que, según cuenta, llevó entre 1500 y 2000 años— hasta llegar a Tierra del Fuego.

La científica inició su investigación cuando encontró en el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford, una colección de 15 piojos (Pediculus humanus) que había recolectado Charles Darwin, aproximadamente en 1832, entre los nativos de la isla. Entonces, Perotti se propuso hallar el ADN de los individuos portadores en su sangre misma, guardada por casi dos siglos en el estómago de esos ftirápteros, que eran muy diferentes a los modernos.

El ADN, como se denomina al ácido desoxirribonucleico, contiene la información genética que hace a un ser único e irrepetible. Este ácido guarda, a su vez, aquellos datos que serán hereditarios, que se transmitirán de una generación a otra. “Mi curiosidad es saber si se conoce algo acerca de que los selknam o los haush eran muy parecidos a quienes entraron por Bering y por eso me interesa conseguir material de distintas partes de América”, dice la investigadora que busca reconstruir el mapa de la historia humana de al menos los últimos 10 mil años y agrega: “Ahora surge la hipótesis de que aparentemente es más viejo todo, de que aparentemente entraron antes, la pregunta que me hice desde el principio con los piojos es que si estos grupos podrían haber entrado por el Pacífico”. Esta hipótesis está surgiendo en la comunidad científica, según narra la investigadora, y comienza a poner en duda que América se haya poblado a partir de una sola migración desde Asia por el estrecho de Bering, tal como lo afirma la tesis conocida más firme hasta el momento.

El método que utilizará Perotti para extraer el ADN de los piojos aún está en período de prueba y no ha sido publicado. “Hacemos extracción de ADN de los piojos, eso se procesa de una manera determinada, este ADN antiguo requiere métodos especiales que nosotros también estamos desarrollando para trabajar con materiales tan minúsculos, por eso estamos perfeccionando métodos de extracción, porque podés secuenciar, leer la secuencia, con bioinformática, pero todo depende de cómo extrajiste el ADN”, explica.
Este novedoso método, además de resguardar piezas arqueológicas correspondientes a restos humanos que podrían ser utilizadas en igual tarea, tiene otro beneficio: “Los artrópodos (grupo de invertebrados al que pertenecen los piojos) tienen un tegumento que los cubre, y eso hace que no haya contaminación y si el lugar es seco facilita la conservación del ADN”.

Alejandra Perotti es argentina, nacida en Miramar y lleva casi 20 años de residencia fuera del país. Es Profesora de Biología en los Invertebrados en la Universidad de Reading (Reino Unido). Responsable de Investigación y Desarrollo de APST-ENFSI, Grupo de Asesores de Huellas Vegetales y Suelos Grupo de Red Europea de Institutos de Ciencias Forenses. Actualmente se encuentra trabajando, además, en conjunto con la Policía Federal de rastros biológicos en la provincia argentina de Córdoba.